Si invierno es calefacción, verano es aire acondicionado. El verano también representa el período pico del consumo de energía de los hogares, cuya tarea es enfriar la casa para huir del calor.

Ahora que las nuevas tarifas de electricidad han aumentado los precios de la energía, es importante encontrar formas de ahorrar luz en el verano para que sus facturas no se disparen también.

El ahorro energético en verano se consigue en muchos casos reduciendo el uso de aires acondicionados, para los que tienen aire acondicionado, y para los que no tienen aire acondicionado, reduciendo el uso de ventiladores.

Ahorrar al usar el aire acondicionado

A todos nos gusta disfrutar de una temperatura agradable cuando llegamos a casa. Sin embargo, el alto precio de la electricidad en nuestro país hace que, en ocasiones, esto se convierta en algo prohibitivo económicamente hablando.

En este artículo vamos a hablar de cómo ahorrar al usar el aire acondicionado en verano.

Aprovecha el modo Eco

Si tu aire acondicionado tiene modo Eco, no dudes en usarlo. Gracias a ella, reducirás el consumo en un 30%.

Lo mismo se aplica al modo nocturno, que también es más silencioso.

Controla la temperatura

Mientras hace calor, tampoco debes poner el aire acondicionado a 19ºC. El Ministerio de Industria recomienda no bajar nunca de los 24ºC, e IDEA, el Instituto para la Diversificación y Conservación de la Energía, la eleva hasta los 26ºC.

En ningún caso se recomienda que la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior supere los 12º.

Lo que tienes que tener claro es que por cada 1 grado de descenso de temperatura, el consumo de aire acondicionado aumenta un 8%. Por eso, tener un termostato que controle esa temperatura es la mejor manera de ahorrar en aire acondicionado.

Revisa los aparatos por lo menos una vez al año

El mantenimiento de la climatización es la clave para reducir el consumo energético en verano. Antes de que llegue el calor, debe limpiar su filtro de aire al menos una vez al año. Cuanta más suciedad acumula el equipo, más energía se requiere para brindar el mismo servicio. En otras palabras, las facturas de electricidad aumentarán.

Adquiere buenos hábitos con el aire acondicionado

Evite bajar demasiado el aire acondicionado para enfriarlo antes y, lo más importante, acostúmbrese a apagarlo un poco antes de salir de casa. Al final del día, quieres que la casa se mantenga fresca mientras estás allí, no cuando no estás.

Usa el ventilador

Los ventiladores consumen un 90% menos de energía que los acondicionadores de aire. No tienen el mismo efecto, pero sí bajan la temperatura entre 3 y 5ºC.

Los ventiladores de techo o de pared son los más efectivos. Para los ventiladores portátiles, una cubeta con cubitos de hielo al frente hará que la frescura se sienta más intensa.

Aprovecha toldos y persianas

Para ahorrar calefacción en invierno, es recomendable dejar entrar el sol durante el día y al revés en verano. Mantener la casa con poca luz ayuda a mantenerla más fresca.

Los toldos de brazos en particular pueden hacer una diferencia de 2 a 5ºC en una habitación dependiendo de su color y cuando están abiertos.

Asimismo, las cortinas blackout también pueden aumentar el aislamiento de una vivienda hasta en un 33%.

Ventilar en el momento adecuado

El mejor momento para ventilar la casa es por la noche o temprano en la mañana, antes de que el sol brille directamente sobre la casa.

Por supuesto, es útil tener en cuenta la temperatura exterior antes de abrir las ventanas de par en par. Si hace 30 grados y encendiste el aire acondicionado, entonces ventilar la casa no tendrá ningún efecto positivo.

Repasa el aislamiento de la casa

Si no quiere que el calor se escape de la casa en el invierno, el objetivo en el verano es evitar que entre. Los burletes y otros elementos que lo ayudan a aislar su hogar son igualmente importantes para ahorrar energía en el verano.

Por supuesto, recuerda también comprobar tu factura de la luz y la potencia contratada. Aquí hay dos de las mejores maneras de ahorrar energía en el hogar.